En tiempos
prehistóricos, los primeros humanos usaban minerales, animales y plantas para
cubrir su cuerpo de los rayos solares, es decir, el primer protector solar.
A través de dibujos antiguos podemos observar que las
mujeres del paleolítico coloreaban las diferentes del cuerpo de un color marrón
rojizo y para ello usaban mejunjes y potingues, también en la edad del bronce,
hemos encontrado dibujos en las paredes de las cuevas y de ahí podemos saber
que los cazadores y danzantes teñían partes de su cuerpo de rojo y negro y en
el pelo se echaban arcilla.
Además existen escritos de unos 5000 años antes de Cristo
que nos cuenta la existencia de una civilización llamada sumaria, estos vivían
en la ciudad de Ur, esta civilización tenía una reina llamada Shub-Ad y en su
estancia mortuoria se encontraron gran cantidad de utensilios de belleza, lo
que nos dice que en esa época ya existían conocimientos acerca de la cosmética.
Incluso en las traducciones que se han hecho sobre las
tablillas sumarias aparecen formulas para preparar ungüentos y aceites. Los
cuales debían ser elaboradas por los médicos.
También las mujeres romanas tenían interés por el cuidado de la piel y por su belleza, para ello suavizaban su piel con extractos de limón, rosa y jazmín. Endurecían sus pechos con vinagre y arcilla y corteza de encina macerada en limón. Para sus dientes utilizaban un fino polvo de piedra pómez e infinidad de perfumes para su cuerpo.
Pero cuando la cosmética alcanza su mayor esplender es en la
época egipcia, donde las mujeres usaban desodorantes, tónicos de la piel y
capilares, ungüentos y un sin fin de ingredientes, la mayoría de estos
productos estaban elaborados por leche de burra, harinas, levaduras, miel,
arcilla y aceites. En esta civilización es conocida la reina Mit-hotep, y en la
que en su estancia mortuoria se hallaron numerosos tarros y vasijas conteniendo
numerosos ungüentos. Las mujeres egipcias se maquillaban, varias veces al día,
empleando una crema de propiedades detergentes. Parece ser que los médicos y
físicos egipcios escribían largos tratados sobre belleza y maquillaje.
Además, en el
Antiguo Egipto, los maquillajes tenían una dimensión sagrada. Es esta la cuna
de la cosmética, de hecho, los egipcios ya usaban perfumes (flores de lirios),
productos para el cuidado del pelo (aceites de castor) y desodorantes (bolas de
incienso frotadas por el cuerpo), entre muchos otros, para el cuidado de su
cuerpo. A veces usaban estos productos para los rituales de los dioses y las
momias.
Por otro
lado, en la mitología griega era habitual tener una constante higiene corporal. En la historia también cabe destacar Grecia, donde con las
conquistas de Alejandro Magno comenzó la industria de los productos cosméticos.
Las mujeres griegas que se lo podían permitir coloreaban la cara, lo hacían
espolvoreándose oro, blanco y rojo, además se teñían las cejas, se prolongaban
las pestañas y se marcaban el contorno de los ojos, incluso se teñían sus
cabellos.
También las mujeres romanas tenían interés por el cuidado de la piel y por su belleza, para ello suavizaban su piel con extractos de limón, rosa y jazmín. Endurecían sus pechos con vinagre y arcilla y corteza de encina macerada en limón. Para sus dientes utilizaban un fino polvo de piedra pómez e infinidad de perfumes para su cuerpo.
La crema usada
como la cold cream tuvo sus inicios
en Roma, donde fue creada por Galeno. Aquí se recomendaban ungüentos para
patologías cutáneas.
En la edad media los sacerdotes católicos se muestran en
contra de todas las prácticas que hacían a la mujer más atractiva. Y esto hace
que baje el uso de los cosméticos en esta época. Posteriormente durante los
siglos XV y XVI, con el renacimiento, surge de nuevo el interés por la belleza.
Las mujeres venecianas, no solo se maquillaban el rostro, sino que también se
maquillaban los pechos, usaban muchos perfumes de Asia, como el almizcle,
ámbar, sándalo, incienso, mirra y claro de especias.
En la Edad
Media, como caen los ungüentos cosméticos debido a la influencia del
cristianismo, son las personas musulmanes quienes mantienen la cosmética.
Amaban la limpieza, quizás por la obligación de lavarse las manos antes de
realizar sus oraciones. Además, las mujeres se pintaban las uñas.
Más tarde,
con el Renacimiento, se aumentaron los perfumes y el consumo de aceites
provocado por el lujo que se dio en esa época.
Como en
épocas antiguas no se usaban jabones, se utilizaban mucho los perfumes para
disimular el mal olor.
Ya en el
siglo XVII, con la moda de belleza femenina, donde las mujeres deseaban ser
rubias, que simbolizaba la virginidad, éstas se aclaraban el pelo con lejía.
También se echaban carmín en las mejillas.
El siglo
XVIII fue caracterizado por un uso abusivo de los cosméticos, donde las mujeres
se pintaban coloretes y lunares. En este siglo renace la cosmética, los
perfumistas crean y difunden sus geniales productos. Que se venden en todo el
mundo, los envases son de plata, oro, porcelana y laca. El rojo es el color de
moda, hay rojo para utilizar durante el día y rojo más apagados por la noche.
De nuevo vuelven los perfumes florales, agua de rosa, lavanda, naranjo y
jazmín.
Fue en 1792
cuando el hijo del regidor de Colonia recibió como regalo un recipiente con
agua de colonia fabricada por monjes y quedó tan entusiasmado que decidió
comenzar su fabricación.
Ya en el
siglo XIX aparecen los avances científicos y se crea en París un pequeño
comercio donde nacen nombres como Pinaud
o Bourjois. En este siglo se impone
la naturalidad. Las mujeres se perfuman con ámbar, pachuli, Chipre. Los
productos contienen fresa, frambuesa, naranja y limón. Se caracteriza por el
romanticismo, se siguen usando las leches, las mascarillas, también se emplea
la manteca de cacao, pepino, y para lograr la palidez enfermiza, se bebe
vinagre y limón. Las mujeres se esconden del sol y del aire, para preservare el
rostro, que se muestra blanquecino, donde destacan unos ojos grandes y tristes.
Es en los años
80 cuando aparece el colágeno en la cosmética y en 1986 aparecen
descubrimientos que hoy día se utilizan como los lípidos en la piel y el ácido
hialuronico.
En la
actualidad, los avances conseguidos son asombrosos. Existen técnicas que a
través de observaciones de parámetros cutáneos dan como resultado cosméticos
más eficaces.
Los retos
actuales están enmarcados en la prevención y protección de las radiaciones
solares a través de ingredientes de origen vegetal. También está de moda
utilizar colágeno animal o algas para la fabricación de productos cosméticos.
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